No sé cómo convencer a mi entorno eternamente escéptico de que su chlorella es imprescindible en su dieta, al igual que la jalea real y otros productos naturales como los aceites esenciales y las tinturas madre, porque es obvio que la mayoría de las enfermedades provienen de carencias tan diversas como variadas, que permiten que los metales pesados y otras toxinas se propaguen y estabilicen en el organismo…
Creo que la mejoría de mi estado general (intoxicado por haber inhalado monóxido de mercurio a los 13 años). Tenga en cuenta que tengo principalmente síntomas neurológicos (trastornos del habla, sin instintos, sin sueños, irritabilidad inapropiada, insomnio crónico, tinnitus persistente, la moral a menudo en cero …), y quistes dermatológicos, infecciones diversas, ántrax, erupciones cutáneas diversas. Algunos problemas gástricos como secreción anormal de bilis y dolor persistente en la vesícula biliar, problemas cardíacos (taquicardia) y riñones dolorosos.
La Chlorella añadida a la sinergia de algunos productos naturales y orgánicos que constituyen mi cura ya ha reducido en tan poco tiempo y por sí sola los dolores de riñón y de vejiga.
Tengo sensaciones desagradables en el cerebro, cerebelo e hígado, pero siento que el veneno reacciona a la chlorella.
Mi orina es oscura, a veces verde o naranja, mis heces son metálicas. La primera vez que tomé chlorella, al día siguiente encontré restos de metal puro en las heces.
En resumen, no me queda más remedio que abonarme a la chlorella echlorial, consciente de su eficacia quelante.
También la recomendaré encarecidamente a todas las personas que pueda.
Hasta pronto, respetuosamente,