Durante todo el tratamiento de quimioterapia sufrí mucositis (aftas) en la boca. Me dolía tanto la boca que incluso dejé de comer.
¡Probé la chlorella y noté la diferencia! ¡Día y noche!
Realmente la recomiendo porque ayuda mucho a pasar estas pruebas con menos dolor. También pude comprobar un menor estado de fatiga.
No me atreví a hablarlo con mi médico :( estoy segura de que no habría estado de acuerdo porque en general los médicos no lo conocen, ¡y es una pena!