Entrevista con Judith Albertat, naturópata, antigua piloto de avión, fundadora de la fundación «I For Lyme» y cofundadora de la asociación «Lyme sans frontière». Judith también ha escrito dos libros sobre la enfermedad de Lyme.
¿Cuál es su formación: cómo y por qué se hizo naturópata?
Creo que mi formación es la de cualquier investigador apasionado por un descubrimiento y la comprensión del problema asociado. Como dijo Marie CURIE: «sin la curiosidad de la mente, ¿qué seríamos? Tal es la belleza y la nobleza de la ciencia: el deseo inagotable de ampliar las fronteras del conocimiento, de rastrear los secretos de la materia y de la vida sin ninguna idea preconcebida de las posibles consecuencias.
Afectada por innumerables síntomas hace más de 10 años, y tras conocer a un médico de urgencias que me abrió las puertas a las terapias alternativas, decidí formarme como naturópata. Combiné esto con una investigación continua sobre la enfermedad de Lyme, y más allá, sobre el estado de nuestros cuerpos viviendo en un mundo ahora muy tóxico.
¿Por qué la enfermedad de Lyme se convirtió en su lucha?
Quizás no lo llamaría lucha. Sino más bien un compromiso, que no tiene que ver específicamente con la enfermedad de Lyme, sino más bien con lo que he descubierto con el tiempo. En efecto, nuestro entorno y nuestro comportamiento actual son problemáticos en el aumento de las enfermedades crónicas – de las que el Lyme puede formar parte, pero cuidado: ¡no todo es Lyme!
¿Cómo se diagnostica sin lugar a dudas la enfermedad de Lyme?
En la actualidad, no es posible diagnosticar la enfermedad de Lyme de forma indiscutible. Existen muchas pruebas: observaciones microscópicas en campo claro y oscuro, diversas pruebas biológicas para humanos o veterinarios, pruebas de biorresonancia, etc. Ninguna prueba demuestra que se trate de la enfermedad de Lyme. Ninguna prueba demuestra que la borrelia, si se identifica, sea la causa de los síntomas declarados por el paciente, salvo en caso de infección primaria, en el estadio 1 de la enfermedad. Hay muchos otros factores que pueden causar los síntomas descritos por el paciente. Si la sintomatología es sugestiva de la enfermedad de Lyme, el médico debe ofrecer un tratamiento adecuado que servirá también como diagnóstico diferencial.
En caso de enfermedad de Lyme confirmada, ¿cuál es el camino hacia la recuperación en función de la fecha de infestación?
Por mi experiencia -pero también por trabajar con médicos y terapeutas alemanes y ver sus prácticas que utilizan los mismos caminos que los que yo descubrí- no tiene sentido luchar contra el microbio durante años. La lucha está perdida de antemano porque el microbio no es nada, es el «terreno» del paciente el que plantea un problema. Es en este «terreno», deficitario en nutrientes vitales por una parte, y generalmente muy intoxicado por otra, donde los microbios pueden expresarse. La estrategia consistirá por tanto en reducir la carga infecciosa global, pero también y sobre todo en reducir la carga tóxica global y, de este modo, reparar el intestino y nutrir las células de nuestro organismo.
¿Cuál es el objetivo de su Fondo de Dotación «I For Lyme»?
Nuestro objetivo es desarrollar la investigación sobre la enfermedad de Lyme teniendo en cuenta nuestro entorno actual. La Borelia existe desde hace millones de años, ¡hemos sobrevivido globalmente a esta bacteria! En mi opinión, los pacientes son víctimas de un entorno que ha cambiado drásticamente en los últimos 70 años: pensábamos que la química salvaría a la humanidad, pero innumerables expertos empiezan a darse cuenta de que no es así, sino todo lo contrario.
¿Qué mensajes le gustaría transmitir a nuestros lectores que desean ser actores de su calidad de vida?
En primer lugar, me gustaría decirles que su salud y su cuerpo no pertenecen a los médicos, ¡sino a ellos mismos! Son los autores de su vida, en todos los ámbitos, y como tales deben ser los actores. Tenemos que reformar nuestro modo de vida. Lo primero que debemos hacer es cambiar nuestra alimentación: cocinar «en casa», con alimentos frescos cultivados localmente y respetando el medio ambiente, eliminar los aditivos alimentarios, los alimentos que contienen sustancias tóxicas (nanopartículas, diversos metales y elementos tóxicos, disruptores endocrinos, etc.), los alimentos con un índice glucémico elevado.
A veces también es necesario utilizar complementos alimenticios de alta calidad y no tóxicos para nutrir las células del organismo. Para ello, hay que informarse siempre con el distribuidor sobre el origen y los métodos de producción de los complementos. Gracias al Dr. Joachim MUTTER, especialista en medicina medioambiental en Alemania, descubrí la chlorella extra pura que propone (chlorella eChlorial®). ¡Todos los complementos alimenticios deberían garantizar los mismos requisitos de calidad! Interrogo constantemente a los laboratorios para comprobar este punto, ¡afortunadamente hay empresas serias que tienen las mismas exigencias que usted y que yo! Porque hacemos mucho más daño del que imaginamos con productos cuya trazabilidad no está garantizada y que podrían resultar tóxicos.
También hay que tener en cuenta que, muy a menudo, es en nuestra boca donde empiezan los problemas, a causa de las amalgamas de mercurio, las prótesis diversas fabricadas con metales tóxicos y las raíces de los dientes mal empastadas, lo que genera una proliferación de agentes patógenos en la mandíbula. Es imprescindible someterse a una revisión bucodental con un especialista.
Por último, y sin olvidar los peligros de nuestro entorno electromagnético, el problema de los adyuvantes y otras nanopartículas tóxicas en las vacunas también debería considerarse al más alto nivel.
¿Cuál es su cita favorita?
«Hacer soñar a los hombres es a menudo la manera más segura de mantenerlos dormidos, precisamente porque soñar les da la ilusión de estar despiertos».
Gustave THIBON, filósofo, 1903-2001
Mensaje de Judith el 03 de agosto de 2018