Los científicos nos demuestran que el cerebro de nuestro cráneo no es el único amo a bordo. Explican que los millones de neuronas de nuestro vientre y los cientos de miles de millones de bacterias con las que vivimos en simbiosis influyen en nuestras emociones y nuestra personalidad.
El documental «El vientre, nuestro de Cécile Denjean (Francia 2013, 55 min) emitido en Arte, es una fascinante investigación científica galardonada el 6 de octubre con el Gran Premio «AST – Ville de Paris» en el festival Pariscience 2014.
Microbiota intestinal: más bacterias que células humanas
Estamos compuestos por más bacterias que células humanas: ¡somos más bacterias que humanos!
Pensábamos que nuestra composición biológica con sus millones de células humanas representaba nuestra personita… Pues NO, cada ser humano es un ecosistema que alberga más bacterias que estrellas hay en nuestra galaxia.
El número total de nuestras células humanas es inferior al número de bacterias que nos habitan.Por tanto, ¡somos uno con la naturaleza! Somos ecosistemas bacterianos, bañados en un entorno bacteriano, que garantiza la continuidad biológica con él.
Diferentes especies de bacterias y tipos de microbiota
Esas pequeñas bestias que dominan a las grandes…
Nuestra población bacteriana, sin la cual no podríamos vivir, influye no sólo en Quiénes somos, ¡sino también en Cómo somos!Nuestra población bacteriana, o microbiota, se ha clasificado en tres categorías distintas denominadas «enterotipos». Estos enterotipos se distinguen por la cantidad de energía que proporcionan.
Por lo tanto, nuestro enterotipo (grupo de microbiota) nos define del mismo modo que nuestro grupo sanguíneo.
Nuestra microbiota, al igual que nuestra composición genética, influye enormemente en nuestra salud. Parece que ciertas bacterias, o a veces la ausencia de ciertas bacterias, son responsables de la aparición de ciertas patologías. Así, los científicos han demostrado que el análisis de nuestras bacterias intestinales podría revelar predisposiciones a la diabetes de tipo II, enfermedades cardiovasculares, hepáticas, etc.
Neuronas en el intestino: nuestro vientre es un concentrado de inteligencia
200 millones de neuronas recubren las paredes de nuestro intestino.
Es la misma cantidad de neuronas que componen el córtex de un animal pequeño (un perro, por ejemplo). Sabíamos que nuestras emociones influían en nuestro vientre. Los científicos han descubierto que nuestro vientre también influye en nuestras emociones. El que llamamos nuestro segundo cerebro es en realidad nuestro primer cerebro o nuestro cerebro original. Así que tenemos una corteza cerebral y una barriga. Estos dos cerebros están conectados, se comunican constantemente.
–La corteza: el cerebro superior con un sistema nervioso central
–El estómago: el cerebro inferior con un sistema nervioso entérico
Nuestros dos sistemas nerviosos están conectados. Se comunican en el mismo idioma a través del nervio vago. El cerebro y el vientre utilizan las mismas palabras para comunicarse: neurotransmisores.
Los científicos creen que enfermedades como el síndromedel intestino irritable son consecuencia de una falta de comunicación entre los dos cerebros. Las neuronas del intestino se vuelven hipersensibles. Todavía hay muchos misterios en torno a estas enfermedades.
La serotonina es una palabra o neurotransmisor cuyo significado cambia según el contexto. En el cerebro superior, serotonina significa bienestar. En el cerebro inferior, la serotonina regula nuestro tránsito intestinal y nuestro sistema inmunitario.
El 95% de la serotonina se produce en el estómago. Actúa en el tubo digestivo y circula por la sangre. Llega al hipotálamo, la parte de nuestro cerebro superior que gestiona nuestras emociones.
Sabíamos que nuestras emociones influían en nuestro vientre, ahora sabemos que nuestro vientre también influye en nuestras emociones.
Nuestro intestino es una ventana a nuestro cerebro
Debido a las similitudes anatómicas entre las neuronas del córtex y las del intestino, los científicos saben ahora que el intestino es una ventana al cerebro. Mientras que las muestras cerebrales son extremadamente delicadas y suelen tomarse post mortem, las biopsias intestinales pueden realizarse de forma rutinaria.
Los científicos han demostrado que las biopsias de la pared intestinal permiten diagnosticar precozmente la enfermedad de Parkinson. Esta enfermedad provoca graves problemas digestivos que aparecen unos veinte años antes de que aparezcan los primeros problemas motores. Este diagnóstico precoz de la enfermedad permitirá un mejor tratamiento.
Este enfoque constituye un avance médico excepcional en relación con esta patología neurológica que afecta cada vez a más personas. Ofrece la esperanza de otras posibilidades para enfermedades neurológicas como la depresión, el Alzheimer, el autismo y otras enfermedades mentales.
En un futuro próximo podremos detectar enfermedades o predisposiciones a enfermedades simplemente observando nuestro intestino.
Nuestros tres cerebros
Nuestros tres cerebros nos hacen ser quienes somos, dictan cómo somos.
Pensábamos que éramos organismos superiores con 1 cerebro, cuando en realidad somos meros vehículos bacterianos, ecosistemas bajo la influencia de 3 cerebros interconectados e interdependientes; el cerebro superior (el que pensábamos que estaba solo), nuestro intestino y nuestra microbiota.
¿Cómo reforzar su microbiota y su equilibrio intestinal?
Es esencial reforzar tu microbiota y mantener un buen equilibrio intestinal mediante…
–Evitando antibióticos, analgésicos, ansiolíticos, antidepresivos…
–Cuidando tu alimentación, tanto en cantidad como en calidad.
–Mantener un estilo de vida saludable, en particular mediante actividad física diaria, descanso suficiente, estrés controlado…
¿Por qué las microalgas como la chlorella son tan valiosas y reconstituyentes para nuestra salud? ¿No es, en primer lugar, porque permiten la limpieza y el equilibrio de nuestro intestino?
La gran mayoría de los consumidores de chlorella biológica señalan una rápida regulación del tránsito intestinal, seguida de una impresión de apaciguamiento y bienestar general.