Con motivo de la COP21 hablamos con un amigo, Pierre Mollo, profesor-investigador y uno de los más reputados especialistas en plancton. En esta entrevista, comparte con nosotros su experiencia y la pasión de toda una vida.
Testimonio de Pierre Mollo, especialista en plancton de la Fundación Nicolas Hulot
Pierre, ¿puede explicarnos qué es el fitoplancton?
La palabra plancton viene del griego antiguo y significa «errante». El plancton se caracteriza por ser todo lo que arrastran las corrientes. Está formado por todos los microorganismos que viven en el agua, ya sea dulce, salobre o salada.
Los microorganismos que componen el plancton son animales, a los que se denomina zooplancton, pero también plantas, a las que se denomina fitoplancton. El fitoplancton se refiere a una familia de algas microscópicas, pero también a las cianobacterias. Las microalgas constan de una sola célula en la que tienen lugar todas las funciones necesarias para la vida y la reproducción. Existen varias decenas de miles de especies de microalgas en los mares y océanos.
En la actualidad, sólo se estudian un centenar de algas y algunas se cultivan. Las más conocidas son las diatomeas, las clorofíceas y los dinoflagelados. Las microalgas atraen cada vez más el interés de los industriales para la producción de biocarburantes.
Se utilizan para la alimentación animal, sobre todo en acuicultura. En los últimos años, han encontrado una interesante salida para la alimentación humana.
¿Cuáles son las cualidades nutricionales del fitoplancton?
El fitoplancton es el alimento básico de la mayoría de los peces, y sus cualidades nutricionales son bien conocidas. Es gracias al fitoplancton, rico en omega 3, que los peces pequeños (sardinas, boquerones, caballas, etc.), que lo concentran, enriquecerán nuestra alimentación con estos ácidos grasos buenos, cuya importancia para nuestra salud conocemos.
Hoy en día, sólo tres microalgas están autorizadas para el consumo humano. La espirulina, la cynanobacterium Athrospira platensis, está autorizada en Europa desde hace casi 40 años. La Odontella aurita, una diatomea, está autorizada como ingrediente alimentario desde hace casi 15 años. Desde 2004, Francia la reconoce como alimento y complemento alimenticio, Chlorella vulgaris, perteneciente a la familia de las clorofíceas, está reconocida como alimento y complemento alimenticio en Francia desde 2004.
Aunque todas las microalgas tienen una serie de características comunes, las distintas especies tienen sus propias especificidades nutricionales:
Todas las microalgas contienen altos niveles de proteínas, así como pigmentos (carotenoides, ficocianinas, etc.) que les confieren una actividad antioxidante capaz de luchar contra el envejecimiento celular. También son apreciadas por su contenido en carotenoides (betacaroteno y luteína), cuyo papel en la prevención de la visión está actualmente demostrado.
Se ha demostrado que su contenido en clorofila tiene propiedades depurativas y oxigenantes de la sangre. Las microalgas también garantizan el equilibrio ácido-base que favorece el bienestar del organismo.
La espirulina se distingue por las proteínas que contiene y su contenido en antioxidantes (clorofilas, ficocianina), tanto cuantitativa como cualitativamente (todos los aminoácidos esenciales están representados). Las células de espirulina no tienen pared de celulosa, por lo que se absorben rápidamente. Desde sus primeros usos, la espirulina se utiliza para combatir la desnutrición. Es muy apreciada por los deportistas por sus capacidades dopantes y su rápida asimilación.
La chlorella se distingue por su contenido en proteínas (están presentes todos los aminoácidos, pero también vitaminas, antioxidantes y oligoelementos). Contiene muchas vitaminas del grupo B, en particular vitamina B12. También contiene hierro y calcio. Los estudios han demostrado que estos componentes, las vitaminas B12 y los oligoelementos se bioabsorben.
Las propiedades desintoxicantes de la Chlorella han contribuido a un mejor conocimiento de la misma. La Chlorella también es muy apreciada por su capacidad para estimular las defensas naturales. Se empiezan a conocer mejor sus propiedades antiinflamatorias y antitumorales, así como sus beneficios para la salud cardiovascular.
La odontella es conocida por su contenido en proteínas, pero también por su contenido en lípidos de alta calidad, en particular en omega 3 directamente asimilables (EPA y DHA).
Cabe señalar que los perfiles nutricionales de las microalgas, como los de todos los organismos vivos, varían en función de su fase de crecimiento y de sus condiciones de cultivo.
¿Existe algún peligro en el consumo de microalgas?
En Europa, sólo tres microalgas están autorizadas para el consumo humano, ya que algunas no se utilizan por su posible toxicidad.
Se está estudiando el uso de nuevas algas. Su objetivo es verificar su uso como ingredientes alimentarios. No deben presentar riesgos intrínsecos o asociados por la presencia de toxinas.
Las algas cultivadas en condiciones poco controladas pueden estar contaminadas (metales pesados, pesticidas, etc.) o ser portadoras de toxinas (por ejemplo, microcistinas, muy perjudiciales para el hígado). Es muy importante consumir sólo algas cultivadas en condiciones que garanticen su calidad nutricional y su pureza.
Háblenos de la historia del plancton.
El fitoplancton existe desde hace tres mil millones de años; ¡se calcula que su uso se remonta a miles de años atrás! En Europa, fue en el contexto de la escasez de alimentos cuando los investigadores empezaron a estudiar el valor de las algas microscópicas como alimento, ya en 1940: el alto contenido en proteínas de las microalgas podría ayudar a paliar los problemas de malnutrición en el mundo. Los investigadores descubrieron que los chadianos llevan muchas décadas consumiendo espirulina seca. ¡También demuestran que el fitoplancton era consumido por los aztecas! La primera instalación industrial de cultivo de chlorella se construyó en Japón en los años sesenta.
En su opinión, ¿cuál es el futuro de las microalgas en nuestra alimentación?
Si en Europa apenas estamos empezando a descubrir Chlorella ecológica los japoneses llevan casi 60 años aprovechando sus virtudes. A día de hoy, siguen siendo los mayores consumidores de Chlorella del mundo.
Las microalgas no se consumen de la misma manera en todas las partes del mundo. En Europa, donde algunas microalgas han sido reconocidas recientemente como alimentos, el consumo de microalgas sigue siendo casi confidencial. Se consumen principalmente como complementos alimenticios.
Las proteínas y los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 son los principales nutrientes destacados en este tipo de productos. Además, el desarrollo de alimentos saludables a base de fitoplancton ha crecido rápidamente en los últimos años.
En Europa, las microalgas aún no han entrado en nuestra cocina, aunque cada vez son más los chefs estrella que las utilizan en sus composiciones gastronómicas. La espirulina y la chlorella tienen sabores sutiles que aprecian los gourmets.
En Oriente, las microalgas forman parte de la dieta común desde hace muchos años.
¿Por qué es tan importante el plancton para nuestro planeta, para nosotros?
El plancton es esencial para la vida. Es el primer eslabón de la cadena alimentaria y nos proporciona el 50% del oxígeno de nuestra atmósfera. El plancton es un patrimonio natural común de más de 3.500 millones de años y ha sobrevivido a todos los cataclismos. A la vez animal y vegetal, incluye innumerables organismos acuáticos que vagan por las aguas del planeta azul. Es la parte íntima e invisible de la mayor biodiversidad del planeta.
Básicamente, el plancton constituye la base de la cadena alimentaria de todos los organismos marinos. Mediante la fotosíntesis, el plancton vegetal proporciona la mayor parte del oxígeno que respiramos. El futuro de los océanos dependerá de nuestra capacidad para respetarlos.
Esto es lo que espero de la COP21: ¡que sea la expresión de una verdadera determinación política mundial que debe traducirse rápida y duraderamente en acciones concretas!
Sabemos, con Antoine de Saint-Exupéry, que «lo esencial es invisible a los ojos». Es urgente mirar lo invisible para ver el océano bajo una nueva luz.
Desde hace varias décadas, las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera provocan un aumento de la temperatura, con repercusiones inmediatas en los océanos. Un calentamiento de los mares de 1°C puede parecer insignificante, pero se ha producido a un ritmo sin precedentes y ha provocado grandes cambios en los ecosistemas.
Cuando las aguas se calientan, toda la biodiversidad se ve afectada. Obviamente, el plancton se adaptará a esta nueva situación, pero estos cambios tendrán inevitablemente consecuencias para todo el medio ambiente.
Los impactos directos de la subida del nivel del mar son la sumersión de las tierras costeras, la erosión del litoral y el aumento de las zonas inundables. Un corolario es el aumento de la salinidad en los estuarios y las capas freáticas costeras. Esto supone una amenaza para los biotopos de los deltas tropicales, donde se encuentran los manglares. Su sumersión podría provocar una pérdida de biodiversidad planctónica.
Básicamente, el plancton constituye la base de la cadena alimentaria de todos los organismos marinos. Mediante la fotosíntesis, el plancton vegetal proporciona la mayor parte del oxígeno que respiramos. Además, al absorber más de la mitad del dióxido de carbono de la atmósfera, son un elemento esencial en la lucha contra el calentamiento global.
El futuro de los océanos no está escrito, será lo que nosotros hagamos de él. Observar la vida microscópica significa gestionar lo aleatorio. Para ello, necesitamos tener una imaginación fértil y sueños: porque de ellos nacen los grandes proyectos. Las nuevas generaciones esperan de nosotros que seamos agentes de «una vida mejor para todos».
Vital para las poblaciones presentes y futuras, este «pequeño pueblo del mar» debe ser protegido de forma proporcional a su importancia. El plancton podría declararse patrimonio de la humanidad e imaginar una gobernanza mundial encargada de mantener una relación óptima entre el hombre y la naturaleza.
Para lograrlo, es esencial sensibilizar a la opinión pública y todas las iniciativas son bienvenidas para transmitir estos conocimientos al mayor número posible de personas, especialmente a los jóvenes.
Preservar la diversidad del plancton de hoy significa salvar la respiración de los océanos para mañana, participar en el equilibrio de los intercambios de gases entre el mar y la atmósfera y preparar recursos alimentarios para la humanidad.
Para saber más sobre Pierre Mollo y el Observatorio del Plancton