Un día fui a una conferencia sobre la chlorella.
Luego, apliqué, durante 2 años, curas entre 3 y 9 gramos al día. Resultados, me libré repetidamente de mis infecciones urinarias y de la cistitis. ¡Mi peluquero me dijo que tenía el pelo muy «tonificado»!
Volví a ver al médico que me había dado la conferencia y, en vista de mis buenos resultados, me dijo simplemente que había resuelto todos mis problemas intestinales.
Vuelvo a empezar un tratamiento de «finales de invierno» y ¡no estoy dispuesta a renunciar a esta pequeña maravilla!
Catherine